1. Cuida tus dientes
El cuidado de la dentadura infantil debe iniciarse a la temprana edad de cuatro meses.
Cuando aproximadamente el niño deja la lactancia y empieza a tomar papillas y otras comidas, es el momento idóneo para empezar a preocuparnos de su salud bucodental.
A esa edad es cuando al niño le nace el primer diente. La comida que se le dé puede afectar a su salud dental durante toda la vida.
2. Cómo cepillar los dientes de los niños
Limpia los dientes de tus hijos por lo menos una vez al día. Preferiblemente después de cada comida.
El momento más importante del día para cepillarse los dientes es antes de acostarse. Lo ideal es iniciarse en la limpieza bucodental a partir de los dos años que es cuando han salido los dientes y la mejor pasta dental es la que contiene flúor.
Hay algunos niños a los que no les apetece cepillarse los dientes antes de dormir porque les da pereza.
Papás, para evitar esto, debéis acompañarles y lavaros con ellos los dientes para que adopten este hábito como rutina diaria.
La mejor manera de cepillarse los dientes es de arriba abajo para así limpiar no sólo las piezas dentales sino también las encías. La limpieza de nuestra boca debe ser integral.
3. No abusar del azúcar
El exceso de azúcar en la infancia puede producir dependencia en el adulto.
El azúcar causa caries durante toda la vida; por eso debemos evitar que los niños se aficionen a los alimentos que contienen azúcar.
Los zumos de fruta, por ejemplo, tienen un alto contenido de azúcar y pueden causar erosión del esmalte; nunca se debe dejar que el bebé se duerma con un biberón de zumo de fruta: los dientes recién salidos terminan bañados en una sustancia que produce caries en los dientes y que puede causar caries prematuras. Lo más aconsejable es que des a tu hijo una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, que evite en lo posible los alimentos azucarados y las grasas saturadas.
¡Un niño sano es un niño feliz!